Nace en Caleruega, España en 1170, sus padres Felix de Guzmán y la Beata Juana de Aza.
Durante sus primeros 14 años de vida, estudiá bajo el cuidado de su tio Gonzalo de Aza en Gumiel de Izán. Allí recibió una esmerada formación moral y cultural, de igual forma fue despertando su vocación al servicio de los demás.
En su juventud (de los 14 a los 28 años), realizó en Palencia sus estudios de filosofia y teología y de igual forma ejerció como profesor en el estudio general de Palencia.
Hacia 1190 ingresa como Canonigo al Cabildo de Osma y recibe la ordenación sacerdotal hacia 1194. Posteriormente ejerce diversos cargos dentro del mismo cabildo como el de Subprior del mismo.
En 1205 por encargo del Rey Alfonso VIII de Castilla, Domingo recibe la misión de acompañar al Obispo de Osma en un encargo de matrimonio entre dos principes. Durante sus viajes a través de Dinamarca, Roma y Francia se reaviva su vocación de servicio y misión gracias al contacto con los diversos estragos que estaba produciendo la herejía de los Albigenses.
Toda esta misión y contacto con la herejía lo lleva a solicitar al Papa Inocencio III el quedarse como predicador itinerante en el Langüedoc.
En 1215, se establece en Tolosa, la primera casa de su Orden de Predicadores, posteriormente inicia los tramites necesarios para la aprobación de su Orden y es así cuando en 1216 el 22 de diciembre por medio de la Bula "Religiosam Vitam" confirma la fundación de Domigo, la Orden de Predicadores.
En los años posteriores a la fundación de la Orden se producen diversos envios de los frailes hacia Francia, España y Roma entre otros, con el unico fin de fundar conventos y estudiar; de igual forma se dan los dos primeros capitulos generales de la Orden celebrados en Bolonia.
Con su Orden lo suficientemente estructurada, organizada y extendida siente como su sueño de predicación fue realizado y es así como luego de una agotamiento fisico y una leve enfermedad muere a los píes de sus frailes en el convento de Bolonia el 6 de Agosto de 1221 a sus 51 años de edad, posterior a su muerte en 1234 fue canonizado por su gran amigo el Papa Gregorio IX. Actualmente su fiesta en la Iglesia se celebra el 8 de Agosto.
La vida de Santo Domingo fue una vida muy joven y corta para tan grande hombre que dejó un mensaje muy fuerte, incendiario que día a día se propaga más a lo largo y ancho del mundo.